CONCLUSIÓN

 

La verdadera inclusión no es solo permitir que los estudiantes estén en el aula, sino garantizar que puedan aprender, participar y desarrollarse plenamente. Las tecnologías, bien aplicadas, no sustituyen al docente, pero potencian la personalización, la accesibilidad y la equidad.

Lograr una educación inclusiva con tecnología es un reto, pero también una gran oportunidad para construir una sociedad más justa.


Comments

Popular posts from this blog

Un Compromiso con la Equidad